domingo, 3 de decembro de 2017

Recursos: A vida na Idade Moderna




 LA VIDA EN LA EDAD MODERNA

1. Las calles

• España era un país escasamente poblado, unos 6.500.000 de habitantes (Francia, 19 millones, Italia, 12 millones). A los extranjeros les extrañaba las pocas ciudades grandes y lo poco poblado, sobretodo el centro de la península. Esto se agrava con la expulsión de los moriscos, el hambre, las guerras continuas y las epidemias. 

• Las calles de las ciudades eran peligrosas, especialmente de noche. Las calles no tenían iluminación, excepto las pequeñas lamparillas que se colocaban al pie de las imágenes religiosas callejeras.

• Las calles olían muy mal porque no había basureros, ni alcantarillas. La gente vaciaba los orinales por las ventanas al grito de ¡AGUA VA!, pero muchas veces no daba tiempo a los transeúntes a apartarse y se formaban peleas.

• La gente orinaba por la calle, ya que no había retretes públicos. Es curiosa la anécdota de LA MEADA DE QUEVEDO. Cuentan que Quevedo tenía la costumbre de orinar en un portal. Los vecinos del mismo se cansaron y colocaron un crucifijo en dicha puerta para que la gente respetara el lugar, pero Quevedo no lo hizo, y volvió a orinar en dicho sitio. Tras el hecho, los vecinos colocaron en la puerta un cartel que decía “Donde se ponen cruces, no se mea”, y Quevedo escribió debajo “Donde se mea, no se ponen cruces”.

• Las calles eran estrechas y los animales circulaban por ella. Algunas veces se producían las conocidas como CORNADAS DE BURRO. Se daban porque los aguadores llevaban varios cántaros de agua sobre dichos animales, sujetos con unos palos que sobresalían . Algunas veces estos palos “empitonaban” a la gente. De ahí el nombre.

2. La sociedad

• Básicamente, hay dos grandes grupos sociales: nobles y plebeyos.
Los nobles descienden de familias a las que el rey les concedió algún título como recompensa a favores o trabajos realizados. No trabajan, sino que viven de sus propiedades, o se “mueren de hambre” si no las tienen, ya que el trabajo era una deshonra. Muchos de ellos viven buscando siempre quien los invite, convirtiéndose en “gorrones”.

Los plebeyos son la gente del pueblo y se ganan la vida trabajando, tanto en la ciudad, como en el campo. Los campesinos tenían que dar las ¾ partes de las ganancias a los propietarios de las tierras. También hay mendigos por las calles. Era una buena manera de ganarse la vida y por eso había quien no dudaba en infringirse heridas y refrescarlas cada día, o simular amputaciones para dar “pena”.

• La vida para los hombres no era muy agradable, pero aún era peor para las mujeres: las plebeyas deben trabajar todo el día, cuidando de la casa, de los niños… Si no lograban casarse las metían a monja. Las nobles no tenían que trabajar, pero no podían salir de casa, si no era para ir a misa o a visitar a otras damas. Por supuesto siempre acompañadas.

• Los hombres iban armados por la calle, con espadas o cuchillos, y también con pistolas quien podía disponer de ellas. Llevaban unos chalecos de piel, los coletos, que los protegían de las cuchilladas, y las capas las liaban al brazo y les servían de escudo.

3. La vivienda

• Las de los ricos eran de dos pisos y con varias habitaciones, pero no tenían retretes, sino un espacio cerca de la entrada donde había un pozo negro. Los poceros pasaban cada varios años a vaciar el pozo. Las mesas eran desmontables y se arman en cualquier habitación, de ahí la expresión “PONER LA MESA”. En ella comen los hombres, pero las mujeres lo hacen sentadas sobre almohadones en la alfombra. Las camas tienen colchones de lana muy finos. Muchas tenían cortinas alrededor para calentar el ambiente.

• Las de los pobres tenían un solo habitáculo. Estaban hechas con materiales pobres. El suelo era de tierra mezclada con cal y prensada. Las ventanas no tenían cristales, sólo postigos. Se cocina en la chimenea con las ollas colgadas de una cadena o sobre trébedes de hierro. En la ciudad vivían en corrales de vecinos, donde tenían un pozo negro, hornos para cocinar y lavaderos en común.

• No hay baños y la gente se lava poco o casi nada. Los más limpios se lavan la cara a diario y se dan un baño, dentro de un barreño, muy de tarde en tarde. Como se huele mal, la ropa se perfuma con un sahumerio de hierbas. Además algunos llevan pañuelos perfumados y cajitas con sustancias aromáticas para olerlas de vez en cuando.

4. La alimentación

• Para los pobres, la base de la alimentación es el trigo y la cebada, en forma de pan, empanada, gachas… el pobre gasta en pan la mitad de lo que gana. También se come mucho ajo, cebolla, y vino, aunque sea mezclado con agua y de mala calidad. Sólo comen por la mañana temprano (migas) y por la noche (la olla podrida, antecedente de nuestros potajes)

• Los ricos comen mucha carne y pocos productos agrícolas, por eso cuando se hacen viejos sufren de “gota”. También les gusta mucho el chocolate, venido de América. Hacen tres comidas diarias, y es frecuente organizar banquetes para mostrar las riquezas. Había un tipo de banquete que se denominaba “DIENTE LIBRE”, en el que cada uno cogía lo que quería (el antecedente del Buffet Libre turístico).

• Se comen en vajillas de plata (los más ricos), de barro o madera. Se come con las manos y con cucharas y cuchillo (para pinchar la carne). El tenedor no existía. Todos utilizaban mondadientes, ya fueran de huesos de pollo, o metálicos. Más tarde se utilizaban también los tenedores, pero estos tardaron en llegar de Italia.

• DAR GATO POR LIEBRE. Los venteros y mesoneros engañaban mucho. En vez de poner cabrito o liebre ”metían” gato. Algunos con buen humor solían decir antes de comer “Si eres cabrito, mantente frito; si eres gato, salta del plato”. Si se pedía empanada había que tener cuidado porque se decía que se hacían con carne de ahorcado. Quevedo, que era un gracioso, solía rezar un responso por el alma del difunto antes de comerse la empanada.

5. Viajes

• Se viajaba poco. La mayoría de las personas no salían nunca del pueblo. Los caminos eran peligrosos. Cuando lo hacían, se utilizaba:

- Literas de un asiento, llevadas por dos hombres que se iban sustituyendo (no eran para viaje sino para desplazarse en la ciudad).

- Literas de dos plazas, llevadas por dos burros (uno detrás y otro delante de ella).- Coches y diligencias tiradas por caballos. En algunas se metían hasta 40 personas, y eran llevadas por 20 mulas.

- El caballo, que solía recorrer unos 150 Km. por día.

• Pocos caminos tenían un buen firme.

• En las ventas del camino se solía pedir MEDIA CON LIMPIO, que consistía en compartir la cama con una persona que no tuviera piojos, sarna…

6. Cultura y diversión

• Las librerías no existían. Los libreros llevaban algunos libros de casa en casa.

• El teatro gustaba mucho, sobre todo la comedia. Era como el cine o la TV ahora. Se solían representar en la calle o en los corrales (casas de vecinos).

• De entre los juegos y diversiones destacaban

            - la caza, los torneos , los toros (se lidiaba a caballo), las cañas (se                  formaban dos   equipos que iban a caballo y se arrojaban cañas;                    cuando terminaban se hacía una fiesta y se repartían los premios).

           - los juegos de pelota como los bolos o “el frontón”.
           - los naipes y a los dados.


    • Es curioso resaltar aquí EL MANTEO, que aparece en el Quijote. Se trataba más de una broma pesada que de un juego. El manteo era muy peligroso porque muchos morían o quedaban lisiados al golpearse con el suelo.

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